martes, 3 de marzo de 2009

Gardel y "Volver" al pasado

Yo adivino el parpadeo
de las luces que a lo lejos
van marcando mi retorno...
Son las mismas que alumbraron
con sus pálidos reflejos
hondas horas de dolor...

Y aunque no quise el regreso,
siempre se vuelve al primer amor...
La vieja calle donde el eco dijo
tuya es su vida, tuyo es su querer,
bajo el burlón mirar de las estrellas
que con indiferencia hoy me ven volver...

Volver...
con la frente marchita,
las nieves del tiempo platearon mi sien...
Sentir...
que es un soplo la vida,
que veinte años no es nada,
que febril la mirada,
errante en las sombras,
te busca y te nombra.
Vivir...
con el alma aferrada
a un dulce recuerdo
que lloro otra vez...

Tengo miedo del encuentro
con el pasado que vuelve
a enfrentarse con mi vida...
Tengo miedo de las noches
que pobladas de recuerdos
encadenan mi soñar...

Pero el viajero que huye
tarde o temprano
detiene su andar...
Y aunque el olvido,
que todo destruye,
haya matado mi vieja ilusión,
guardo escondida
una esperanza humilde
que es toda la fortuna
de mi corazón.


Qué letra por favor, de Carlos Gardel, el viejo cantante de tangos. Vuelve para darnos su canción, a pesar del miedo de que el pasado se enfrente con nuestras vidas.

Machado y Serrat con "Cantares"

Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.

Nunca perseguí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.

Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse...
Nunca perseguí la gloria.

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
«Caminante no hay camino,

se hace camino al andar...»

Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.

Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...

Hace algún tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar:
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»

golpe a golpe, verso a verso...

Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»

golpe a golpe, verso a verso...

Cuando el jilguero no puede cantar,
cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
«Caminante no hay camino,
se hace camino al andar...»

golpe a golpe, verso a verso.



No sólo la increíble frase «Caminante no hay camino, se hace camino al andar...» es del poeta español Antonio Machado, sino gran parte de la canción de Serrat. La canción es muy bella, no se la pierdan.

domingo, 22 de febrero de 2009

Serrat con "Hoy puede ser un gran día"

Hoy puede ser un gran día,
plantéatelo así,
aprovecharlo
o que pase de largo,
depende en parte de ti.
Dale el día libre a la experiencia
para comenzar,
y recíbelo como si fuera
fiesta de guardar.
No consientas que se esfume,
asómate y consumela vida a granel.
Hoy puede ser un gran día,
duro con él.
Hoy puede ser un gran día
donde todo está por descubrir,
si lo empleas como el último
que te toca vivir.
Saca de paseo a tus instintos
y ventílalos al sol
y no dosifiques los placeres;
si puedes, derróchalos.
Si la rutina te aplasta,
dile que ya basta
de mediocridad.
Hoy puede ser un gran día
date una oportunidad.
Hoy puede ser un gran día
imposible de recuperar,
un ejemplar único,
no lo dejes escapar.
Que todo cuanto te rodea
lo han puesto para ti.
No lo mires desde la ventana
y siéntate al festín.
Pelea por lo que quieres
y no desesperes
si algo no anda bien.
Hoy puede ser un gran día
y mañana también.
Hoy puede ser un gran día
duro, duro,
duro con él.
No hay nada que agregar a este bellísimo tema de Joan Manuel Serrat.

lunes, 12 de enero de 2009

Bersuit con amor a la Naturaleza


"Ciudades gigantes, enormes cloacas
viajan torrentes hacia el mar
de un amor que huele mal
como anunciándole al cielo
nuestro destino
se ven las marcas de la muerte
por las ventanas del avión
el progreso fue un fracaso
fue un suicidio
la ansiada prosperidad
fue el mas pesado vagón,
para qué un juicio final
si ya estamos desechos
una explosión natural
hará una gran selección.

Yo te agradezco
porque aquí estoy
vos sos mi única madre
con alma y vida
hoy venero tu jardín,
te agradezco
aunque me voy
avergonzado por ser parte de la especie
que hoy te viola en un patetico festin y aún…

no te libraste de nosotros
nuestra decidia
fue por tenerte regalada
el creer que no vales nada,
estas pariendo hijos ciegos
estas cansada
aunque tus lagrimas saladas
nos pueden ahogar si quieres,
los pocos que te aman
no tienen fuerza
como reliquias se pasean
solo paquetes de turismo son,
no hay más amigos del sol
no hay más ofrendas
sólo este ataque mortal
al medio del corazón.

Yo te agradesco
porque aquí estoy
vos sos mi única madre
con alma y vida
yo defiendo tu jardín,
te agradezco
aunque me voy
avergonzado por ser parte de la especie
que hoy te viola en un patético festín,
te agradesco
porque aquí estoy
vos sos mi única madre
con alma y vida
yo defiendo tu jardín,
te agradezco aunque me voy
avergonzado por ser parte de la especie
que hoy te viola en un patético festín".


"Madre hay una sola" se titula esta canción de Bersuit. Creo que quién se siente parte de la naturaleza ha conquistado una cierta libertad de espíritu, que de hecho, es muy buena; la relación con los animales, las plantas y todas las maravillas diarias que nos regala. "Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros". Este fragmento lo escribía en 1855 el Jefe Seattle de la tribu Suwamish de los EE.UU cuando el Presidente Franklin Pierce quizo comprar sus tierras: "Los muertos del hombre blanco se olvidan de su tierra natal cuando se van a caminar por entre las estrellas. Nuestros muertos jamás olvidan esta hermosa tierra porque ella es la madre del hombre de piel roja. Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el venado, el caballo, el águila majestuosa, son nuestros hermanos. Las crestas rocosas, las savias de las praderas, el calor corporal del potrillo y el hombre; todos pertenecen a la misma familia. (...) Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestra manera de ser. Le da lo mismo un pedazo de tierra que el otro porque él es un extraño que llega en la noche a sacar de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermana sino su enemigo. (...) Trata a su madre, la tierra, y a su hermano, el cielo, como si fuesen cosas que se pueden comprar, saquear y vender (...). Su insaciable apetito devora la tierra y dejará tras sí sólo un desierto. (...) ¿Dónde está el espeso bosque? Desapareció. ¿Dónde está el águila? Desapareció. Así termina la vida y comienza el sobrevivir".

viernes, 9 de enero de 2009

La Muerte con Sócrates y Platón


"el temor a la muerte (...) es presumir de saber algo que se desconoce. Pues nadie conoce qué sea la muerte ni si, en definitiva, se trata del mayor de los bienes que pueden acaecer a un ser humano. A pesar de ello, los hombres la temen como si en verdad supieran que es el peor de los males. ¿Y cómo no va a ser reprensible esta ignorancia por la que uno afirma lo que no sabe? Pero yo, atenienses, quizá también en este punto me diferencio del resto de los mortales, y si me obligaran a decir en qué soy más sabio, me atrevería a decir esto: me siento más sabio porque, desconociendo lo que en verdad acaece en el Hades, no presumo de saberlo. Antes, por el contrario, sé y me atrevo a proclamar que es malo y vergonzoso vivir injustamente y desobedecer a un ser superior, sea dios o sea hombre. Temo, pues, los males que sé positivamente que son tales, pero las cosas que no sé si son bienes o males, no las temeré, ni rehuiré afrontarlas".

Éstas son, supuestamente, palabras de un sabio, un griego llamado Sócrates; quien no escribió absolutamente nada. El que escribió esto fue el nombrado Platón, en la Apología de Sócrates. Para aclarar: para los griegos de la época, el Hades era el lugar donde iban las almas al morir, el lugar donde se juzgaban las almas. Tal vez el único argumento que hoy nos puede parecer "viejo", es esa cuestión de "desobedecer a un ser superior", Sócrates concebia a dios de otra forma a la nuestra, o a la religión Católica. Pero lo demás, tomando en cuenta que esto fue dicho hace más de 2300 años... era un sabio.

miércoles, 7 de enero de 2009

Gibrán con "Tus hijos"



"Tus hijos no son tus hijos
son hijos e hijas de la vida
deseosa de sí misma.

No vienen de ti, sino a través de ti
y aunque estén contigo
no te pertenecen.

Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos, pues,
ellos tienen sus propios pensamientos.

Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas, porque ellas,
viven en la casa del mañana,
que no pueden visitar
ni siquiera en sueños.

Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerlos semejantes a ti
porque la vida no retrocede,
ni se detiene en el ayer.

Tú eres el arco del cual, tus hijos
como flechas vivas son lanzados.
Deja que la inclinación
en tu mano de arquero
sea para la felicidad."



Esto fue escrito por un poeta libanes: Khalil Gibrán (1883 - 1931). Los padres siempre quieren lo mejor para sus hijos. Ocurre que no siempre saben qué es lo mejor. Me despido con una frase de Boecio "¿Por qué buscas, mortal, fuera de tí una felicidad que se encuentra dentro de tí mismo?"

martes, 6 de enero de 2009

Ambrose Bierce y uno de humor negro


<<<Indecisión, s. Primordial factor del éxito, porque como dice Sir Thomas Brewbold, "solo hay una manera de no hacer nada, y muchas maneras de hacer algo, y entre éstas una sola es la correcta; por eso si el indeciso que se queda quieto tiene menos probabilidades de equivocarse que quien se lanza a la acción".

—Su acelerada decisión de atacar —le dijo cierta vez el general Grant al general Gordon Granger— fue admirable. Usted tuvo solo cinco minutos para decidirse.

—Sí, señor —respondió el victorioso subordinado—, es imprescindible saber lo que se debe hacer en una emergencia. En el momento en que no sé si atacar o retirarme, jamás vacilo: tiro al aire una moneda.

—¿Quiere decir que eso es lo que acaba de hacer?

—Sí, mi general. Pero le ruego no reprenderme. Desobedecí a la moneda.>>>

Esto fue escrito por un estadounidense llamado Ambrose Bierce (1842-¿1914? no se sabe con exactitud el año de su muerte) en el Diccionario del diablo. Al autor le gustaba mucho el humor negro. Y ahí fue su regalo para todos los indecisos. Quien no juega no pierde, quien no intenta no gana.